viernes, 25 de febrero de 2011

Viernes se escribe con V de Victoria

Viernes también de mi amiga Majo
 

Creo que nadie, o al menos casi nadie que resista el claustro físico y psicológico de las 8 horas diarias durante 5 días, puede negar la sensación de gloria de los viernes. 

Las horas que anteceden al momento oficial del raje son mezcla de tensión, ansiedad, ¡vértigo de inminente emancipación! … Cuerpo y mente en un esfuerzo de trapecista ebrio, intentando mantener el equilibrio sobre la fina línea que divide la frontera entre el tiempo rentado y la libertad.

Hoy es viernes y desde que Victoria se me anunció, sin todavía saber que era ella y menos Victoria, estos tienen una cualidad adicional: se cumple un nuevo ciclo en el calendario que se concentra sólo en ella. Es el símbolo de su vida cada vez más palpable.  Hoy cumple 5 meses. Una victoria más de los viernes.

martes, 22 de febrero de 2011

Chat breve


Marielita dice: Hola, Ostra. 

Yo digo: ¿He?

Marielita dice: Y vos sos una ostra porque tenés una perlita adentro

Yo digo: :)


lunes, 14 de febrero de 2011

Victoria ya patea


Victoria es una florcita que agita sus pétalos rotundos
En realidad, pobrecita, me parece que decir “patea” es como endilgarle una faena de connotada violencia. Entonces, mejor decir que ya siento sus suaves aleteos de mariposa, sus adormiladas volteretas. Victoria se manifiesta cuando me aquieto en cuerpo y alma y hasta hace saltar mi mano que reposa expectante sobre mi vientre. Cuando estoy precipitada y ansiosa, nada, me castiga un poco en ese sentido, como diciendo: No, mamá, sólo cuando estés atenta y entregada. 

Jorge le sintió también, y me desafía el tipo este, apenas estamos llegando a los 5 meses y ya me disputa el amor de Victoria. Que el amor es cruzado ndaje. Que el nene con la mamá y la nena con el papá. Pero, por favor, eso no es ley.

Victoria se derramará en mis brazos y yo hundiré mi nariz en su cuello, aspiraré hasta la máxima capacidad de mis pulmones, con profundo deleite, el ingrediente secreto de su delicada esencia que, desde ese instante, se quedará para siempre en mí.

martes, 8 de febrero de 2011

Es su rostro

Es ella, su cara. Sabía que estábamos ahí, en estado de admiración, contemplándola. Y sonrió.

viernes, 4 de febrero de 2011

El nombre es el alma


Hace un par de meses supe de la historia de Khrigi, una india aché que a finales del siglo XIX fue secuestrada por colonos paraguayos cuando sólo tenía 3 años y, hasta los 15, usada como conejillo de indias para estudios de comprobación de superioridad de raza y otras atrocidades. Uno de los detalles que considero memorable del caso fue que ella, por la fecha en que sucedió su secuestro, en un contexto violento y de muerte, fue rebautizada por sus captores como “Damiana”, esto por Damián, el santo que marcaba en el calendario ese día. Resulta, como reflexioné sobre el punto en otro espacio, que ese nombre recuerda a una doble desgracia para ella, para su historia. Es el nombre que le impusieron sus agresores y, además, fue seleccionado del calendario en la fecha de su desgracia. Por eso, cuando su comunidad recuperó sus restos, luego de más de 100 años, la rebautizaron con el nombre aché "Khrigi", como enmienda y restitución de su identidad. 

Y bueno, me acuerdo de este caso a propósito del nombre. Tenemos que elegir uno para la bebé. Eso me interesa hacerlo bien pensado, bien masticado, bien sentido. Y no puedo más que sentirme acompañada en esta aspiración por un conocimiento que me otorgó el sabio Bartomeu Melià por medio de un texto suyo. 

En la cultura guaraní, el nombre es el alma. Cuando un ser anuncia su presencia en el mundo, el chamán comienza un rito de danzas y cantos con el que llama a los espíritus sagrados a que le dicten con acierto el nombre-alma de la criatura. Decía al respecto al antopólogo alemán Curt Unkel Nimuendajú (al que menciona Melià): “el nombre es un pedazo del alma del portador…” 

Es tan rico y profundo lo que plantean los guaraníes. A atender esto. Si resulta que un ser es nombrado equivocadamente, si el dictado sagrado no llegó con claridad a destino y en vez de así lo nombraron asá, puede resultar trágico. Dice Melià: “El ser de cada uno de los Guaraníes, su historia y su destino, son dichos en su nombre. ¡Ay del niño a quien se le da un nombre equivocado!”. Para mayor precisión al respecto, Melià cita a otro capo de la cultura guaraní, a Cadogan, y dice que “asignar equivocadamente a una persona un nombre que no le corresponde es causa de graves trastornos físicos y nerviosos. Como último recurso para salvarle la vida a una persona desahuciada, se procede a cambiarle el nombre (…) el nombre encontrado tiene para el Guaraní un significado muy superior al que puede tener una simple combinación de sonidos y que sirve para llamar a su poseedor”.

De alguna, lo que quiero decir es que me gustaría que mi bebé me dicte su nombre, quisiera que vaya su alma acogida en él.

jueves, 3 de febrero de 2011

Pero…


…yo poco aguanto el suspenso, no por el color de las ropas ni por comprar cachivaches, sino porque quiero aproximarme a todos los elementos que me ayuden a tomar plena conciencia de esta criatura que, pese a la panza que me genera, aún me cuesta asumir como real.
Además soy ansiosa, característica muchas veces mal vista en cualquier personalidad, pero que, viendo este contexto en particular, me lo absuelvo, porque nadie puede reprochar el apuro de saber más de aquel a quien ama.
El sábado, cumpleaños de mi cuñado, debíamos entregar los regalos todos juntos, según la consigna pautada. Yo no aguataba las ganas de ver su cara al abrir mi regalo, porque sabía que particularmente le gustaría. Mi hermana, al darse cuenta de esa eso, me dijo: diooos mío, vos de tan ansiosa que sos vas a hacer que tu hijo nazca a los 7 meses…
Nena o nene, la alegría es saber. 

El lunes 31 de enero supe que mi bebé es una niña.

Imagen del museo de antropología de Méjico. Foto de Rommy Acosta