jueves, 12 de mayo de 2011

Algo maravilloso me acaba de ocurrir

Foto gentileza de tía Mona

De repente, en la quietud de mi oficina, apostada yo delante de un ventanal,  sentí una presencia precipitada por encima de mi cabeza y pensé con leve fastidio, aún sin levantar la vista de lo que estaba escribiendo en el teclado: pfff… un moscardón que tengo que espantar.

Levanté la mirada y descubrí boquiabierta, asombrada de inmediato, a tu animalito, al que elegimos días atrás para vos, para adornar tu llegada… ¡Un picaflor sacudiendo sus frenéticas alitas!

Por unos cuántos largos segundos mi cuello y mis ojos se menearon a su ritmo: arriba, abajo, de derecha a izquierda y viceversa… entró a saludarme, a dejarme una alegría, un mensaje, no sé, pero no fue una coincidencia, mi admiración no me permite creer eso.

Luego se fue… pero antes sopló por toda la habitación los vientitos de su vertiginoso vuelo.


En Atyra, cuando Victoria tenía 18 semanas. Foto por: Jorge G.